Son mi inspiración los libros de arte; los vendo con placer y recibo satisfacción al pintar rodeado de ellos. Oigo sus cuitas y deseos mientras intento captar su sentido. Trazo, ensucio, emborrono, descifro y me emociono cuando estas acciones cohabitan en un lienzo. A veces hay respuestas inesperadas de la mano levantisca que se niega a mi razón; autónoma, caprichosa y libre me subyuga y arrebata al observar que surge un doble donde yo no quería. El lienzo/espejo que me mira y seduce.
Homenaje a quien nos facilitó la difusión del saber impreso en papel, aunque contamine.
Cuánto tiempo nos queda hasta la abdicación en favor de lo electrónico?.
Este es mi homenaje: conservar el libro impreso mimándolo, protegiéndolo.